¿Alguna vez has apretado demasiado para abrir un paquete y se ha roto?
Nuestro sistema propioceptivo no sólo nos informa sobre la posición corporal, también guía nuestros músculos para resistir o ejercer fuerza.
Cuando aplicamos una fuerza precisa recorremos a la propiocepción. Controlar la fuerza mejora nuestra conciencia corporal, la coordinación, la estabilidad y el equilibrio.