Realizar un masaje con aceite de oliva es una muy buena manera de hidratar nuestra piel, incluso las pieles secas. Además de la gran aportación de hidratación, ayudaremos a regenerar la piel, sobretodo después de una continuada exposición al sol. También favoreceremos su elasticidad y nutrición.
Además, el aceite de oliva sirve para relajar los músculos y aliviar dolores, adentrándonos en un estado de ánimo de calma y tranquilidad.
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